Los otros, en La Costa, en todos lados
Desde fines de la década del '60 hasta 1975, mis padres tuvieron un almacén sobre la calle principal de San Bernardo, entonces un pequeño pueblo, una franja de apenas cinco cuadras paralela al mar, con casas bastante desperdigadas. Los edificios de hoy, mayormente se edificaron en los inicios de los años setenta y ochenta, en algunos casos proyectando su ominosa sombra sobre la playa. Eso implicó un enorme crecimiento turístico que llevó a que el pueblo creciera en las últimas décadas y aumentara el ancho de la franja hasta el mismo borde la ruta Interbalnearia, que en mi infancia no existía. Desde muy pequeño colaboraba atendiendo el almacén. Recuerdo haber embolsado azúcar y galletitas, que venían en latas y se vendían sueltas, haber despachado la Bidú Cola. que le competía a las gaseosas de origen norteamericano, haber vendido postales que se enviaban por correo y calcomanías, que aún no eran autoadhesivas.(continúa en el cuerpo de la nota)